jueves, 9 de noviembre de 2017

Jugamos a 'Aquelarre'


Aquelarre es el juego de rol con el que me siento más cómodo: fue el primero al que jugué, ahora debe de hacer casi 25 años, y siempre me ha acompañado. Con él he inciado a no menos de una veintena de personas a los juegos de rol, para algunos de ellos sería su única experiencia, pero para otros sería el inicio de un largo y apasionante viaje.
Tenía muchas ganas de jugar a rol con los alumnos. El curso pasado asistí a varias partidas de Los hombres lobo de Castronegro en 2º de ESO y adiviné el potencial de algunos de los alumnos para este tipo de mecánicas. No me equivoqué: en verano presté el manual de la segunda edición de Aquelarre a uno de ellos, y al volver en septiembre me pidieron para jugar. Busqué un módulo que estuviera bien para iniciar a cuatro adolescentes (al final fueron tres) y empezamos a jugar.
Sólo tenemos los tiempos de patio para jugar (y alguna pausa del mediodía, cuando los chicos vienen antes la hora de retomar las clases), así que la aventura se está haciendo larga. Pero han cogido la mecánica bastante rápido, y en muchas ocasiones me encuentro a mí mismo reviviendo sensaciones que tuve hace veinte años. Impagable.
Por el camino, y movida por la curiosidad, se ha añadido una alumna, que ya tiene experiencia jugando por su cuenta, mira por dónde, a El club de los martes.
Cuando acabemos el módulo, os daré aquí una valoración. De momento lo que puedo decir es que algunos de los jugadores no calibran bien las consecuencias de sus acciones; no se dan cuenta de que dentro del juego no vale todo, y seguramente eso les lleve a un final inesperado o agridulce. Pero todo se andará. Seguiremos informando.

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