jueves, 12 de marzo de 2020

Jugamos a Crónicas del Crimen

No hemos podido actualizar este blog con la frecuencia que hubiéramos deseado. Sin embargo, la actividad en el Aula de Juegos en los últimos meses es excelente: estamos jugando por encima de la media del año pasado. Retomando la actividad de comentar algunos juegos desde su uso estrictamente lúdico en secundaria, hoy hablamos de Crónicas del Crimen, un juego de David Cicurel publicado en español por Lucky Duck Games.

Crónicas del crimen es un juego de investigación que funciona gracias a una aplicación de teléfono. A través del escaneo de diferentes QR iremos cambiando de escenas, interrogando a los personajes y, en general, interactuando con los elementos del caso que se nos plantea. En el juego base contaremos con la ayuda de profesionales especializados (forense, hacker, etc.) para poder sacar más evidencias de las pistas que tenemos. El juego tiene dos expansiones que amplían la experiencia de juego: Noir nos lleva a investigar cuatro casos en un ambiente de novela negra; Bienvenidos a Redview explota la fiebre del revival ochentero para llevarnos a un típico pueblo estadounidense durante los años 80 donde suceden cosas extrañas. En camino hay otras tres nuevas expansiones: 1400, 1900 y 2400, llevando a los personajes a investigar en la Edad Media, principios de siglo XX y el futuro distante respectivamente. El juego tiene un añadido que para nosotros lo mejora en un 100%: las gafas de realidad virtual para usar en la visualización de los escenarios del crimen. Un detalle muy envolvente que hace que la sensación de inmersión en el juego, y por tanto de implicación, aumente considerablemente.

El juego ha venido precedido por opiniones muy favorables. Personalmente, me decidí a comprarlo tras el video de Chemapamundi, y después, las cálidas recomendaciones de mis amigos y compañeros Pepe Pedraz y Oscar Recio no hacían más que presagiar que nos encontrábamos ante un enorme juego. Quizá por la generación de demasiadas expectativas es por lo que pensaba que lo iba a disfrutar hasta un nivel que, desafortunadamente, quizá por las mesas de juego en las que lo he jugado, no he alcanzado.

Hay un problema en Crónicas del crimen, y es que si no se tiene cuidado con el grupo de juego (en nuestro caso, adolescente), la premura con la que juegue puede llevar a que la investigación se convierta en un probar a preguntar a cada personaje por cada pista, como cuando nos atascábamos en una aventura gráfica y probábamos todos los objetos con todos los elementos interactivos, por si había alguna relación en la que que no habíamos o simplemente estaba fuera de nuestra lógica. 

Y lo digo porque los casos no son precisamente fáciles: sólo el primer caso que funciona como tutorial para ver cómo funciona el juego es muy sencillo y permite, como introducción que es, solventar el misterio al mismo tiempo que ayuda a los jugadores a entender la mecánica del juego. El resto de casos (los cuatro de la caja básica, además de los de Redview, que son los que hemos jugado hasta ahora) no son nada fáciles, y además hay que pensar que se juega contra el tiempo o que puede haber pistas falsas que nos desvíen de la resolución del caso.  Exige a unos jugadores atentos: si no ponen los cinco sentidos será fácil que sean presa de la frustración.

En cambio, el juego brilla cuando los jugadores se implican más en el caso, cuando entran en el juego y hacen anotaciones, proponen teorías y trazan un plan de investigación. En esos momentos en los que nos olvidamos del avance del juego, del teléfono y de la app, y nos miramos y hablamos sobre el caso. Crónicas del crimen es, sobre todo, un juego que se disfruta cuando interactuamos como equipo. Por eso, a pesar de que, en principio, el número de jugadores podría ser muy laxo  (no habría problema en que hubiera, por ejemplo, cinco, seis, ocho jugadores) porque no adoptamos un rol individual, la recomendación de los creadores es la más adecuada: el número óptimo de jugadores seguramente esté entre dos y tres, tanto para decidir cómo avanzar en la investigación, como para no tener que estar eternamente esperando a que nos pasen el móvil para ver el escenario del crimen en 3D. De la misma manera, con un número alto de jugadores se puede producir un caos de sugerencias, propuestas, gente hablando a la vez, que lo único que hace es atascar el juego.

En resumen: Crónicas del crimen tiene un gran potencial para convertirse en uno de los grandes títulos de juegos de investigación. Los casos ponen a prueba la inteligencia de los jugadores y la sensación de inmersión es cautivadora. Por contra, advertimos que el juego puede ser muy grupodependiente: brillará en la medida en la que se impliquen los jugadores. Además, hay que añadir que al ser casos cerrados, el juego no es rejugable, con lo que más vale exprimir la experiencia al máximo.

Crónicas del crimen (David Cicurel, Lucky Duck Games, 2018) · BGG
Num. de jugadores: 1-4 (probado en 3, 4, 5 y 6)

Edad: 10 
(probado a partir de 12)

Duración: 1h-1h.30m 
(en nuestra experiencia, +2h/caso)

Precio: 35€ aprox

IMPRESCINDIBLE JUGAR DESCARGANDO UNA APP
Valores didácticos

· Habilidades que se trabajan: capacidad de deducción, diálogo, relacionar conceptos, proponer teorías, capacidad de acordar el curso de la investigación.


Valoración
7/10
Pros: un juego inmersivo, todo un reto para aficionados a la investigación. Recomendadísimo jugar con las gafas de realidad virtual.

Contra: no es rejugable.